viernes, 29 de abril de 2016

El olivo

La directora Iciar Bollain viajó por Castellón para encontrar el olivo milenario perfecto.



La nueva película de Iciar Bollain se estrena el 6 de mayo. Su título, El olivo, nos da muchas pistas sobre su argumento: los protagonistas del largometraje van en busca de un olivo milenario que fue vendido y trasladado fuera de su hábitat. Para encontrar el árbol idóneo, la directora viajó por el Bajo Maestrazgo, en la provincia de Castellón (en La Jana está la Farga del Pou del Mas, con un olivo de unos 1.182 años y otros 20 olivos milenarios en menos de una hectárea).
¿Era la primera vez que recorría la zona?
En la parte alta del Maestrazgo se rodó Tierra y libertad, así es que había estado cerca. Me faltaba conocer la parte baja, al otro lado de la sierra de Mirambel, así que allí me fui con mi familia en busca de un olivo.
¿Dónde estaba el suyo?
En la zona de Sant Mateu, donde se encuentran muchos de estos árboles asombrosos, cerca del pueblo de Canet lo Roig.
Y una vez cumplida la misión, ¿dónde fueron?
Pues durante el viaje descubrí que la zona ofrece mucho para hacer. Anduvimos por la taula del Sénia, una mancomunidad formada por 27 municipios, todos ellos cerca del río Sénia. Este territorio tiene una de las mayores concentraciones de olivos monumentales del mundo, más de 4.000. También caminamos por el interior de la sierra, donde encontramos masías abandonadas. Después de la guerra los maquis las asaltaban y la Guardia Civil iba en su búsqueda, así es que sus propietarios las dejaban.
Unas vacaciones de montaña…
Sí, porque allí está la sierra de Irta, pero hay otra más alta y más pedregosa, la de Sant Mateu. Tiene, cómo no, olivos, y almendros.
¿Alguna otra sorpresa?
Descubrimos los abrigos, cuevas profundas con pinturas rupestres levantinas que tienen su propio centro de acogida, el Museo de la Valltorta. Todo esto no está lejos de Morella, que es un pueblo precioso, con su castillo en lo alto.
Mucho trasiego si viajaban con niños…
Sí, pero hay muchos senderos y se pueden hacer recorridos cortitos. Están marcadas las zonas con líneas amarillas y blancas. Y después se puede comer muy bien por allí. Muchos establecimientos tienen su propio huerto. Cuanto más nos acercábamos al mar, más recetas de arroz encontrábamos.

viernes, 26 de febrero de 2016

Te acuerdas de.....

    Deposito suministro de agua para la población junto al pozo de las escuelas.

                                    

jueves, 18 de febrero de 2016

Frases i refranys del mes de febrer

                                   

                                         


  • Sant Blay glorios, cureu-mos la gola i el mal de tos
  • Sol de febrer, mai dura un dia sancer.
  • Si vols tindre un bon tomacar, per Santa Agata l'has de sembrar.
  • En febrer, ja te flor l'ametller.
  • Nevades de febrer, plujes pel juny solen fer.
  • Pel febrer, naix el bon corder.
  • Fred de febrer, pitjor que el de gener.
  • Plujes pel febrer, any civader.
  • Amb les febres de febrer, el metge no hi pot res.

jueves, 11 de febrero de 2016

LA JANA ARQUEOLÓGICA

                                                     

 El término municipal de La Jana se encuentra situado en una zona estratégica donde se dividen los caminos que viniendo del este, la costa, y el norte, el bajo valle del río Ebro, hacen hacia el sur, en la Plana de Castellón, y al oeste en dirección Morella. Por otra parte su orografía combina la zona de montaña y el plan, el cual tuvo hace décadas una zona de laguna. Esta situación a permitido que en La Jana se ubicaron asentamientos humanos desde la Prehistoria, asentamientos reconocidos por los restos arqueológicos, unos restos que son los utensilios y la arquitectura que ha dejado la población que durante milenios ha vivido en el actual término municipal.
 La muestra más antigua de la presencia humana se localiza a la partida de los Solans, donde se encuentran restos de estallidos de sílex que en algunos casos están retocados para su uso. El tipo de yacimiento podría corresponder al que se ha denominado «talleres de sílex», caracterizados para recogerse en superficie piezas de este mineral que sirvió de herramienta y armas al hombre prehistórico. Se desconoce exactamente la funcionalidad que tuvieron estos asentamientos, se habla de que sean lugares donde se fabricaron las armas para la cacería, de allí que hayan tantas piezas de sílex en su mayoría sin retoque para su uso. No obstante, no se descarta que estas piezas sean el único vestigio que ha perdurado durante milenios de asentamientos construidos con débiles cabañas de ramaje que no han dejado ningún tipo de rastro. En  cuanto a su cronología resulta difícil concretarla, aunque generalmente se sitúa este tipo de asentamiento al Calcolítico, se a decir al tercero milenio antes de Cristo, hace 5.000 años.
 Las etapas históricas posteriores se desconocen, puesto que no se han localizado los clásicos yacimientos de la Edad del Bronce, aunque hay que suponer un mínimo de población. Tenemos que esperar en el siglo VII a.C. para volver a documentar un nuevo asentamiento humano, en este caso a los Castellets. Un asentamiento que se caracteriza por la presencia de vasos con bordes exvasados y bases planas, típicos del Hierro Antiguo. A estos asentamientos suele  haber las primeras muestras de la cerámica a turno de la zona, concretamente ánforas fenicias que traerían a las cabezas de estos poblados el vino y las saladuras que harían las delicias de la mesa de la aristocracia, y al mismo tiempo indicarían el poder adquisitivo y social que tenía. Son los primeros poblados donde aparece la metalurgia del hierro, una tecnología, que es la misma que el torno del alfarero trajeron los fenicios.
Los asentamientos de la Edad del Hierro antiguo presentan unas moradas de planta rectangular que suelen protegerse con murallas, en algunos casos reforzadas por torres, y que vemos a los Castellets en un muro de piedra en seco.
 El contacto de la gente local con las nuevas tecnologías e ideologías que traían los fenicios desembocaron a un desarrollo social y económico que sería la conocida Cultura Ibérica, una cultura que se caracteriza especialmente por la fabricación de las primeras vajillas a torno locales, las cuales se decoraban con formas geométricas que se pintan sobre la superficie del vaso con óxido de hierro. Los iberos adaptaron perfectamente la tecnología del hierro y tanto las sus armas como las herramientas están hechos con este metal que permite nuevos logros en la artesanía y en la agricultura. No obstante, los elementos de la indumentaria, como es el caso de las hebillas, broches, pulseras, colgantes, suelen estar hechos con bronce, y en algunos casos con oro y plata.
 Durante este periodo histórico de los Iberos, y más concretaménte en el siglo V a.C. (los Iberos se desarrollan entre los siglos VI y I a.C.) en La Jana está el yacimiento del Vilarroig, un pequeño asentamiento al llano junto a la laguna actualmente desecada, laguna que permitía tener cacería y zonas de regadío. En este pequeño asentamiento además de la clásica cerámica ibérica se han
localizado dos fragmentos de cerámica procedentes de las alfarerías de Atenas (Grecia). Concretamente se trata de unos fragmentos de cráter, que era un vaso donde se ponía el vino para mezclarlo con agua y condimentos aromatizantes, y que estaba presente en los banquetes de la aristocracia. Al cráter de La Jana se encuentra representado un sátiro, un personaje mitológico perteneciendo a la corte del dios Baco, el dios del vino. Hay que decir que no sabemos con seguridad como usaron los iberos estos recipientes, puesto que aunque podrían usarse con la misma finalidad que los griegos, también es verdad que en muchas ocasiones se han encontrado como urna funeraria.
 En este asentamiento del Vilarroig también se ha localizado una pieza de bronce, concretamente un hacha de cubo. Son pequeñas piezas  utilizadas como lingotes que tienen una cronología un poco más antigua en el siglo V a.C., el que podría denunciar la presencia de unos niveles de época del Bronce final a este asentamiento, hecho que no se puede saber si no se realizan las pertinentes excavaciones.
Será a la época romana cuánto el actual emplazamiento de La Jana se ocupa, tal y cómo indican las continuos hallazgos que se han realizado en la plaza Mayor y en las calles de los alrededores. La localización de tejas de edificios romanos y pequeños fragmentos cerámicos de época imperial denuncian un asentamiento de los primeros siglos de  nuestra era a esta suave elevación donde se ubica la actual población y que se encuentra junto en una importante vía de comunicación, la Vía Augusta.
 El asentamiento romano queda confirmado por el hallazgo casual de una pequeña estatua de bronce que representa a Hércules. Se trata de un formato de estatua propio de las capillas domésticas. Esta pieza juntamente  con otra de Mercurio encontrada en Chilches, de las mismas características, son dos muestras emblemáticas de estatuaria romana castellonense.
Las excavaciones que se han llevado a cabo al 2006 en la plaza Mayor para el seguimiento de obras públicas, volvieron a confirmar la existencia de este yacimiento romano al subsuelo de la población con la localización de una construcción, posiblemente de carácter hidráulico, que se data por el tipo de obra a los siglos del Alto Imperio romano, I-II d.C. Aunque confirmada  la existencia del yacimiento romano, resulta más difícil de concretar el tipo de asentamiento que era, puesto que la poca extensión excavada no permite muchas conjeturas. La Jana se encuentra junto en la Vía Augusta tal y cómo hemos dicho, y según los itinerarios de la época a esta zona el camino se dividía en dos, un ramal que se dirigía a Sagunto y otro hacia el valle medio del río Ebro, pasando por Lesera (Forcall) y Contrebia Belaisca (Botorrita), y a esta bifurcación se encontraba la mansión de Intibili. La mansión era una edificación que atendía a los viajeros en su descanso y otras necesidades que pudieran tener durante el viaje, una especie de casa de postas o las ventas de los caminos.
 Hay que considerar que es en La Jana, junto a la fuente, donde hasta hace pocas décadas estaba la bifurcación de los caminos, por el que no sería de extrañar que el yacimiento localizado al centro de la población fuera la mansión de Intibili.
 En el caso de que no fuera así tan sólo queda suponer que estuviéramos  ante una vilIa romana, es decir, ante el típico asentamiento rural de la zona. Estas villas eran el centro de una gran finca rural y en ellas se encontraba la residencia del señor de la villa y de los esclavos y personas libres que trabajaban en ella, así como todas las dependencias dedicadas a la producción, es el caso de los lagares, almacenes, cuadras, herrerías, etc.
 Este tipo de asentamiento rural en La Jana se encuentra también en las Carrasques, un yacimiento que ha proporcionado material cerámico del Alto Imperio romano. Este asentamiento también se encuentra cerca en la Vía Augusta y al lugar donde se localizó el miliario.


 Los miliarios eran columnas de piedra situadas junto a los caminos para indicar las distancias, y además solían traer
alguna que otra inscripción honorífica. En el caso del miliario de La Jana la inscripción está muy dañada y resulta difícil su lectura. No obstante, por el poco que se puede ver el miliario se situaría a partir de finales del siglo III, con más seguridad por el tipo de letra se dataría a la centuria siguiente.
 Las excavaciones llevadas a cabo en la plaza Mayor y las calles, han localizado otros tipos de elementos arqueológicos, como es el caso de abundantes silos posiblemente datadas a la Edad Moderna. Los silos se excavaban al suelo a modo de vacío y se tapaban con una losa de piedra de las cuales se han encontrado varías. Servían para almacenar el grano.
También de esta época a la calle Valencia se han localizado unos entierros de los que se tienen pocos datos. Tal vez hay más, pero al ser una excavación arqueológica realizada para intalar las conducciones de gas no se abrió en extensión.


De época medieval y moderna podemos mencionar el yacimiento del Carrascal, un antiguo pueblo actualmente en el término de La Jana junto a la ermita de San Jose,




 que quedó completamente abandonado y actualmente es un yacimiento arqueológico más. Un yacimiento que
cierra la lista de lugares arqueológicos existentes en el término municipal y que nos hablan de una larga historia que se inicia al menos hace cinco milenios, una historia que continúa creándose día a día por todos los janenses, ¡ que en las fiestas mayores de la población queda reflejada mediante unas tradiciones que tienen sus orígenes en siglos anteriores.



Que tiempo tan feliz 29